
El fotómetro es una herramienta precisa y eficiente para el control de la calidad del agua, ya que permite medir la concentración de una amplia variedad de parámetros, como el cloro residual libre, el bromo total o el pH, de una manera relativamente sencilla y rápida. ¿Sabes cómo funciona esta herramienta? Altimir Assessoria nos lo explica.
El fotómetro y la calidad del agua
El fotómetro es una de las herramientas básicas para el control de la calidad del agua, ya sea en sistemas de agua sanitaria, piscinas, control de Legionella, potabilidad del agua, etc.
Un solo aparato, en combinación con reactivos específicos, nos permite medir la concentración de parámetros tan importantes para la calidad y seguridad del agua como son, por ejemplo, el cloro residual libre o el pH. Lo que lo convierte en un aliado ideal para controlar que se cumplen los valores establecidos por normativa para cada parámetro y, en caso contrario, adoptar medidas correctoras.
Los fotómetros son herramientas de análisis que se basan en la interacción entre la luz y las sustancias presentes en la muestra de agua que queremos analizar. En términos simples, cuando pasamos luz a través de un líquido o una sustancia, parte de esa luz se "atrapa" por las partículas o compuestos dentro de la muestra (absorbancia), y el resto pasa a través de ella. El fotómetro mide la absorbancia, es decir, calcula cuánta luz es absorbida por la muestra a una longitud de onda específica.
De igual forma que el termómetro, el fotómetro requiere ser calibrado y/o verificado de forma periódica para asegurar su precisión.
Montse Castellano, Responsable de Calidad y Técnico Asesor en aguas potables, Legionella y piscinas en Altimir Assessoria nos explica hoy cómo se utiliza el fotómetro con muestras de agua y cómo se calibra y verifica este aparato.
Control rápido y fácil de parámetros
En Altimir Assessoria utilizamos el fotómetro en la toma de muestras de aguas en general y en las operaciones de limpieza y desinfección de instalaciones de riesgo de Legionella.
Es un instrumento que nos permite realizar una lectura de la concentración de diferentes parámetros en el agua de una manera relativamente sencilla y rápida. Con él determinamos concentraciones de cloro residual libre, cloro combinado, bromo total, pH, etc.
El ámbito de aplicación es muy variado, quizás es una de las herramientas de control más utilizada en diferentes sectores.
Imagen: Montse Castellano
En nuestro sector es obligatorio para cumplir con las especificaciones marcadas en normativas de Legionella, piscinas, potabilidad del agua, así como de higiene y seguridad alimentaria. Y es una herramienta básica para el personal que realiza tareas de “operaciones menores” en la prevención de Legionella. También se utiliza para controlar los parámetros básicos de las piscinas.
Los fotómetros son especialmente útiles para análisis rápidos y en campo, ya que suelen ser portátiles (no fijos) y se llevan hasta el punto de muestreo.
¿Cómo se utiliza el fotómetro?
Para explicar el funcionamiento de estos aparatos de una manera muy sencilla, por ejemplo, para la determinación del cloro residual libre en el agua de una piscina, lo que hacemos es recoger muestra del agua que queremos analizar en una cubeta y añadir un producto químico (denominado reactivo) que reacciona con el cloro, dando una coloración a la muestra. Cuanto mayor sea la concentración de cloro, más intenso será el color que toma la muestra.
Después colocamos esta cubeta en el fotómetro, que emite un rayo de luz a una longitud de onda concreta y lo hace pasar a través de la cubeta. Cuanto mayor sea la concentración de cloro en la muestra, es decir cuanto más intenso sea el color, la cubeta “absorbe” más la luz del rayo y el propio aparato relaciona esa absorción con un valor, que es la concentración de cloro.
Hay que decir, que para que el fotómetro pueda calcular este valor, debe estar previamente configurado para medir la absorbancia en las longitudes de onda correspondientes a cada compuesto que queramos analizar.
En definitiva, hay una relación entre la intensidad del color y la concentración del parámetro a analizar. Y esto ya es un indicador para el propio operario. Pongamos de ejemplo el caso anterior: si al tirar las gotas del reactivo el agua continúa siendo transparente, es que apenas tenemos cloro. Si por el contrario el color es muy intenso, es que la concentración es muy elevada.
Reactivo liquido para la medición de cloro libre / Imagen: Montse Castellano
Verificar y calibrar el fotómetro
Con cierta periodicidad, en el caso de Altimir Assessoria semanal, hemos de verificar que el fotómetro funciona correctamente. Ya que puede ser que estemos realizando lecturas, pero que el instrumento no funcione bien.
Para realizar la verificación de los fotómetros, utilizamos los denominados "patrones" para cada parámetro, que son cubetas con una concentración concreta garantizada.
Kit de patrones de calibración/ Imagen: Montse Castellano
Para realizar el proceso, simplemente hemos de seguir el procedimiento de medida que hacemos habitualmente, pero usando esos patrones. Si la concentración del patrón es de 1 ppm, el aparato nos ha de marcar ese mismo valor (con un rango de aceptación que viene definido en el patrón). Si se encuentra fuera del rango, significa que el fotómetro está descalibrado y hay que proceder a su calibración, ya que el equipo no está dando valores correctos.
Para realizar la calibración, que en nuestro caso tiene una periodicidad anual, tenemos dos alternativas. La primera es enviar el instrumento a un laboratorio para que la realice. La segunda es hacerla nosotros manualmente, siguiendo las instrucciones que nos marca el fabricante. En este caso necesitamos los "patrones" para realizar el proceso, que son los mismos que usamos para la verificación de los equipos.
¡Muchas gracias Montse!