Un estudio de mercado realizado por a agencia Frost&Sullivan concluye que los recubrimientos naturales, como los polisacáridos, las bacteriocinas, los aceites esenciales, las enzimas, las proteínas y los lípidos son cada vez más utilizados en la industria alimentaria como antimicrobianos naturales.
Recubrimientos alimentarios antimicrobianos
Los avances tecnológicos han ampliado las posibilidades para el desarrollo de recubrimientos alimentarios antimicrobianos. Estos permiten reducir la necesidad de utilizar varias capas de embalaje, satisfacer las crecientes exigencias de seguridad y calidad de los alimentos, y extender la vida útil de los alimentos, especialmente en el caso de alimentos listos para el consumo y en productos perecederos.
El informe "Avances en recubrimientos antimicrobianos en los alimentos"realizado por Frost & Sullivan revela datos sobre la creciente tendencia de utilizar antimicrobianos naturales en seguridad alimentaria. Los recubrimientos naturales, como los polisacáridos, las bacteriocinas, los aceites esenciales, las enzimas, las proteínas y los lípidos son ampliamente utilizados como antimicrobianos naturales, aunque todavía quedan problemas técnicos por resolver para asegurar su adopción a través de todos los sub-sectores de la conservación de los alimentos.
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Según el informe, el uso de ingredientes alimentarios funcionales como agentes activos en los recubrimientos antimicrobianos se incrementará, debido a una mayor preocupación por la seguridad alimentaria y también debido a las preferencias de los consumidores por los ingredientes naturales.
Sin embargo, el uso de iones de metal y sintéticos se mantendrá, al menos hasta que los cubrimientos naturales y su uso comercial como antimicrobianos esten más desarrollados.
El desarrollo de recubrimientos alimenticios antimicrobianos específicos es también crucial para asegurar la adopción de estos productos, ya que los estrictos procesos de aprobación reglamentaria e industrial y el concepto emergente de "alimento libre de aditivos" son un reto para la aceptación de la nueva tecnología.
Cada producto requeriría un cubrimiento diferente, no hay uno que funcione bien para todos, por ejemplo, el Shellac (un recubrimiento a base de cera) requiere un disolvente para su aplicación, por esta razón mientras que puede ser utilizado para productos de pastelería, no es adecuado para carne o aves.
De acuerdo al estudio, los productos frescos como las frutas y los vegetales son los que más requieren de estos antimicrobianos comestibles, debido a su alta susceptibilidad a los microbios. Luego están los productos cárnicos, los pescados y los productos avícolas.
Fuente: Frost&Sullivan