Los rumiantes contribuyen significativamente a las infecciones humanas por Campylobacter

Los rumiantes contribuyen significativamente a las infecciones humanas por Campylobacter

campylobacter

Aunque las aves de corral son la principal fuente de infecciones humanas por Campylobacter, esta bacteria tiene también una alta prevalencia en los rumiantes y existe una creciente evidencia de que su contribución a la campilobacteriosis humana es también considerable. El ganado vacuno se considera el segundo reservorio más importante, después de los pollos de engorde, para la infección humana por C. jejuni y las ovejas el primero para las infecciones por C. coli en humanos.

 

Las infecciones por Campylobacter, principal causa de gastroenteritis transmitida por alimentos en los países industrializados, son un relevante problema de salud pública, que se asocia, principalmente, al consumo de aves de corral.

Sin embargo, también los rumiantes son un reservorio importante para la infección humana de esta bacteria, aunque mucho menos estudiado. 

La contaminación de carne roja es poco frecuente y no parece suponer un riesgo importante de infección humana, pero la leche cruda contaminada es un vehículo frecuente de infección transmitida por los alimentos. La presencia de Campylobacter en las heces de rumiantes también puede provocar la contaminación de los suministros de agua y de los productos frescos, a través del agua de uso agrícola. Y, finalmente,  los humanos también pueden infectarse por contacto con animales.

Existe una creciente evidencia de la contribución de los rumiantes a la campilobacteriosis en humanos, siendo el ganado vacuno el segundo reservorio más importante, después de los pollos de engorde, para la infección humana por C. jejuni y el ovino el primero para las infecciones por C. coli en humanos

Para conocer mejor esta tendencia, una investigación realizada en el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER) estudió 301 explotaciones ganaderas de rumiantes en el Pais Vasco, en el período 2014–2016, con el objetivo de estimar la prevalencia de las dos principales especies causantes de infecciones humanas, Campylobacter jejuni y Campylobacter coli, en rebaños de vacuno de leche, vacuno de carne y ovino.

Además, el estudio analiza también el perfil de resistencia a los antibióticos de los aislados, otro de los grandes problemas de salud pública en la actualidad.

Alta prevalencia de rebaños positivos

Los resultaros mostraron una alta proporción de rebaños positivos a la bacteria. Para C. jejuni y / o C. coli fue del 86.6% (71/82) en vacuno lechero, 78.8% (82/104) en vacuno de carne y 54.8% (63/115) en rebaños de ovejas.

La diferencia en las proporciones es estadísticamente significativa entre bovinos y ovinos. C. jejuni fue la especie más frecuentemente detectada, presente en el 85.4% de los rebaños de ganado lechero, el 77.9% de los rebaños de ganado vacuno y el 45.2% de los rebaños de ovejas, mientras que C. coli se encontró en el 17.1% de los rebaños de ganado lechero, el 6.7% de rebaños de ganado de carne y 19.1% de los rebaños de ovejas. En el 10.0% (30/301) de los rebaños / rebaños analizados, se detectaron C. jejuni y C. coli.

Los rumiantes y las infecciones humanas por Campylobacter

Campylobacter resistente a los antibióticos

En el estudio se analizó la susceptibilidad de 109 aislados de C. jejuni y 34 aislados de C. coli a seis antibióticos (pertenecientes a 4 clases distintas), constatandose que los aislamientos susceptibles a todos los antibióticos analizados fue de un 28%. 

La resistencia contra todos los antimicrobianos probados, excepto las quinolonas, estuvo significativamente más extendida en C. coli que en C. jejuni en las tres especies hospedadoras (vacuno lechero, vacuno de carne y ovino) y esta diferencia fue mayor en los aislados de ganado vacuno lechero que en vacuno de carne u ovino. En general, el 65.1% (71/109) de C. jejuni y el 94.1% (32/34) de los aislados de C. coli mostraron resistencia a, al menos, uno de los seis agentes antimicrobianos probados.

En general, los niveles de resistencia más altos se encontraron para las fluoroquinolonas (61.5%) seguidos de la tetraciclina (47.6%), mientras que la resistencia a los macrólidos fue baja y restringida a C. coli procedente de ganado vacuno lechero.

Los rumiantes y las infecciones humanas por Campylobacter

La alta frecuencia de la resistencia a las fluoroquinolonas en C. jejuni y C. coli observada en el estudio es, según los autores, preocupante. El aumento de la resistencia de Campylobacter a las fluoroquinolonas se ha constatado en todo el mundo, pero los niveles hallados en el estudio son más altos que los encontrados en rumiantes de otros paises de la UE, un hecho que puede estar relacionado con que el uso de las fluoroquinolonas es mucho mayor en España que la media europea. Una vez que Campylobacter resistente a la fluoroquinolona es prevalente, puede persistir durante años incluso en ausencia de la presión de selección de los antibióticos, por lo que invertir la tendencia de resistencia podría ser difícil de lograr.

En cuanto a la resistencia combinada a los antibióticos ( a tres o más clases) de importancia crítica, se constató que prácticamente no se daba en C. jejuni pero, sin embargo, todos los aislamientos de C. coli resistentes a la eritromicina también fueron resistentes a las fluoroquinolonas.

Los resultados obtenidos resaltan la importancia de los rumiantes como reservorio para Campylobacter y del riesgo potencial que representan para la campilobacteriosis humana. Asimismo, destacan la necesidad de vigilancia de la bacteria en el ganado para la detección temprana de resistencias a los antibióticos.

 

Fuente: Occurrence of Campylobacter jejuni and Campylobacter coli in Cattle and Sheep in Northern Spain and Changes in Antimicrobial Resistance in Two Studies 10-years Apart, Pathogens

 

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