Cómo actuar ante la presencia de heces en el agua de la piscina

Cómo actuar ante la presencia de heces en el agua de la piscina

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¿Cómo proceder ante la presencia de heces en la piscina?. ¿Cómo valorar la situación y tomar las medidas adecuadas para proteger la salud de los bañistas? Vamos a ver qué dice la normativa y algunas recomendaciones de las autoridades sanitarias.

 

¿Qué hacer ante la presencia de heces en la piscina? 

El primer paso: cerrar el vaso para el baño de forma inmediata hasta asegurar nuevamente la calidad del agua.

Así se indica en el artículo 12, apartado 3, del Real Decreto 742/2013, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, que establece que "ante la presencia de heces, vómitos u otros residuos orgánicos visibles en el agua del vaso, éste se cerrará al baño hasta que se normalice la situación".

Si bien el RD 742/2013 no contempla de manera concreta la posterior actuación ante la presencia de heces, sólidas o líquidas, en el agua de una piscina, si que establece que el titular de la piscina deberá velar para que sus instalaciones tengan los elementos adecuados para prevenir los riesgos en salud y garantizar la salubridad de las instalaciones.

Por tanto, es necesario disponer de un protocolo de actuación para hacer frente a estas incidencias y de una persona responsable de aplicarlo para adoptar las medidas que correspondan.

El modo de proceder variará según si las heces en el agua de la piscina son sólidas o líquidas. Los incidentes con heces sólidas localizadas son generalmente más fáciles gestionar, mientras que la contaminación del agua con heces líquidas o blandas es más compleja e implica un mayor riesgo de infección, ya que es más probable que contengan patógenos entéricos que puedan propagarse por el agua de la piscina.

heces en la piscina

Cuando las heces en el agua de la piscina son sólidas

Cuando el incidente se produce por heces sólidas, la Agència de Salut Pública de Catalunya recomienda:

  1. Desalojar a los bañistas de la piscina y no permitir su entrada hasta que se normalice la situación
     
  2. Retirar las heces sólidas del agua y eliminarlas adecuadamente. NO se recomienda aspirarlas.
     
  3. Limpiar y desinfectar con lejía todos los utensilios  de mantenimiento de la instalación que han entrado en contacto con las heces (cesta, recoge hojas, red, cubo, etc.)
     
  4. Aumentar el nivel de cloro libre residual de la piscina hasta 2 mg/L. Es importante mantener esta concentración durante al menos 30 minutos, controlando que el pH del agua no exceda de 7,5.
     
  5. Revisar el sistema de recirculación, filtración y desinfección de la piscina para asegurarse de que todo funciona correctamente durante todo el proceso.
     
  6. Una vez terminada la desinfección, ajustar los niveles de cloro libre y pH, y verificar que se cumplen los valores de los parámetros indicadores de calidad del agua indicados en el  Real Decreto 742/2013 (Anexo I)
     
  7. Si la calidad del agua se ajusta a los valores establecidos, se puede abrir la piscina al público.

heces en la piscina

Cuando las heces en el agua de la piscina son líquidas

Dada la imposibilidad de retirar completamente del agua este tipo de heces y que existe un mayor riesgo de contaminación con microorganismos patógenos, como Cryptosporidium, los protocolos de actuación son en este caso más estrictos.

En incidentes con heces liquidas en el agua, la Agència de Salut Pública de Catalunya recomienda seguir estos pasos:

  1. Realizar una hipercloración, subiendo el nivel de cloro libre residual hasta 20 mg/L y ajustar el pH a valores de entre 7,2-7,4. Dejar actuar durante 13 horas.
     
  2. Durante este proceso, revisar que los sistemas de recirculación y filtración de la piscina funcionan correctamente y que se mantienen los niveles de cloro y pH.
     
  3. Aspirar y limpiar el fondo y las paredes del vaso de la piscina, y arrojar el agua por el alcantarillado. A continuación, desinfectar la aspiradora y el resto del equipamiento utilizado.
     
  4. Hacer un contralavado de los filtros. Dejar que los filtros se recuperen, haciendo pasar agua durante unos minutos, antes de conectarlos de nuevo al sistema de filtración.
     
  5. Reducir el nivel de cloro libre residual hasta que se alcance el valor habitual, por dilución con agua nueva o utilizando un neutralizante permitido.
     
  6. Cuando el nivel de cloro y pH esté normalizado, se puede abrir la piscina al público.

heces en la piscina

¿Qué hacer en caso de sospecha de ​casos de criptosporidiosis?

No olvidemos que la presencia de ooquistes del parásito Cryptosporidium spp. en el agua de las piscinas usualmente ocurre por la contaminación fecal de bañistas portadores de este patógeno. Para prevenir brotes de criptosporidiosis se debe garantizar que los usuarios sigan estrictamente las recomendaciones de higiene de la instalación y, por otra parte, aplicar un correcto mantenimiento técnico-sanitario de las instalaciones.

¿Cómo tratar el agua para inactivar los ooquistes de Cryptosporidium y que vuelva a ser apta para el baño?

La Subdirección General de Salud Pública de Madrid recomienda: 

  1. Que las piscinas dispongan de un Protocolo de actuación en caso de brote de criptosporidiosis.
     
  2. Filtración (depuración del agua): un ooquiste mide de 4 a 6 µ. Sin embargo, los filtros de arena habituales en las piscinas tienen una porosidad de 77 µ, proporcionando un 20-48% de reducción, siempre que se realicen varios ciclos de filtrado, si bien los ooquistes no se eliminaran totalmente. Es importante mantener los filtros limpios, realizando limpiezas a contracorriente de ser necesario.
     
  3. Coagulación y floculación. Adicionar sales de hierro y aluminio para aglutinar las partículas en suspensión, entre ellas los posibles ooquistes, haciéndolos precipitar. Se adicionará coagulante y/o floculante para piscinas, en la concentración indicada por el fabricante, realizando posteriormente una depuración/filtración de fondos.
     
  4. Desinfección. Dada su alta resistencia a los desinfectantes halogenados, se tendrían que utilizar elevadas concentraciones de cloro/bromo (20 mg/l de cloro) para poder reducir su contaminación en el agua, lo que únicamente podría ser recomendable en vasos de escaso volumen. Para el resto, se recomendaria aumentar la dosis de cloro, entre 2 y 5 mg/l y  optar por desinfección secundaria con sistemas ultravioletas o sistemas de ozonización.
     
  5. Vaciado del agua: En caso de vasos con poco volumen de agua (vasos infantiles), el vaciado seguido de limpieza y desinfección del agua y llenado con agua nueva, es la mejor opción.
     
  6. Renovación del agua: En caso de ser posible, se realizará una renovación importante del agua del vaso, al menos del 20% de su volumen. Dado que la mayor contaminación se da en superficie, el 75-80% del agua a renovar debe proceder de la superficie y el resto del fondo.

Registrar el incidente de contaminación fecal

En todos los casos de contaminación fecal en el agua de la piscina, el titular de la instalación debe registrar los datos relativos al incidente ocurrido y detallar todas las medidas correctoras adoptadas (preferentemente en soporte informático),  tal y como se establece en el Real Decreto 742/2013 (artículo 4).

 

 

Referencias:

 

 

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