Con el Lindano en la cabeza

Con el Lindano en la cabeza

Por Jordi Tapias Oller

La limitación de principios activos insecticidas para el uso ambiental es un hecho en Europa. En España, mientras esperamos la armonización de los estados miembros de la Unión Europea en referencia a la normativa de biocidas y el mercado único real para estos productos sin las barreras proteccionistas actuales, desaparecen de las listas de productos homologados del Ministerio de Sanidad y Consumo

muchos principios activos que se habían utilizado hasta hoy, y otros limitan su forma de uso para evitar riesgos derivados de aplicaciones por vía aérea. No será fácil afrontar algunos tratamientos que afectan a la industria alimentaria en España.

Etiqueta

Otros productos simplemente están en la lista de espera entre los expedientes pendientes de resolución en el Ministerio de Sanidad y Consumo. Es evidente que todos estos cambios se realizan en aras a la seguridad de los usuarios, y es aquí cuando empiezan las contradicciones:

El uso de productos domésticos, los cuales comparten en su mayor parte la formulación de los productos para uso profesional, está al alcance de cualquiera en el supermercado de la esquina. No hace falta ni ser mayor de edad para adquirirlos, y cabe destacar que para el uso de los mismos productos pero de uso profesional (básicamente con un envasado distinto), es obligatoria la formación de los aplicadores, el cumplimiento de los plazos de seguridad una vez aplicados los productos, la gestión adecuada de la documentación, el cumplimiento de una normativa específica en cuanto a empresas de productos y servicios biocidas, y de la normativa general de Prevención de Riesgos Laborales.

Demasiadas veces nos alertan de la peligrosidad del uso de insecticidas centrando siempre la problemática sobre las empresas de control de plagas, que son de hecho las únicas que disponen de gente formada, y de las garantías que supone una actividad profesional legislada.

¿y el ámbito doméstico? Se estima que por cada litro de insecticida que consume la empresa especialista en servicios, en el ámbito doméstico ¡se consumen 100 litros! Los principios activos son los mismos, pero si en algo se ha destacado en los últimos años la empresa de Control de Plagas, es en el aumento espectacular de todos aquellos productos que actúan mediante cebos o trampas (geles insecticidas, trampas de feromonas) de forma localizada y por lo tanto minimizando la exposición tanto de los aplicadores como de los usuarios, pero el panorama en los estantes de los supermercados es prácticamente el mismo que el de hace 10 años: insecticidas de aplicación mediante aerosol o pulverización, con unas instrucciones que deben leerse mediante una buena lupa, y donde la explicación sobre los plazos de seguridad pasa absolutamente inadvertida al usuario.

Etiqueta

Afortunadamente productos con efecto residual como los organofosforados van desapareciendo de las listas de productos homologados, los organoclorados ya no se pueden encontrar para aplicaciones domésticas o profesionales, pero nos encontramos con otra sorpresa:

En cualquier farmacia, y sin receta alguna, podemos adquirir productos para el tratamiento de la pediculosis (piojos) que puede afectar a diferentes partes del cuerpo, y la sorpresa es que, de los dos productos más vendidos en el mercado español, uno tiene en su formulación un insecticida organoclorado, el LINDANO, a una concentración del 1%, y el otro, un organofosforado , el Malatión, al 0,5%. Productos para aplicación directa sobre la piel, y mayoritariamente sobre niños. ¡Eso si: mayores de 6 años! Productos homologados por la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios (Ministerio e Sanidad y Consumo)

La realidad es que desde las diferentes asociaciones de empresas de control de plagas existe un desconcierto importante; en unas Comunidades Autónomas más que en otras, por supuesto, desconcierto que a veces se transforma en impotencia cuando asistimos a eventos que prácticamente criminalizan la acción de estos servicios, y de donde se desprende un desconocimiento total de lo que es hoy el tratamiento de plagas que, no lo olvidemos, son servicios de sanidad pública, y que de ellos depende una parte de la higiene de nuestro sistema de vida urbano, no en vano es la sociedad quien rompió hace más de 10.000 años el equilibrio natural entre el hombre y los organismos que hoy entendemos que forman las plagas urbanas.

Pronto veremos normativas nuevas que pondrán más de manifiesto las contradicciones que en este artículo hemos comentado. Y que quede claro: si el ratio riesgo/beneficio de un producto insecticida es alto, debemos pedir que se limite su uso en todos los ámbitos, pero sobre todo en el doméstico y farmacéutico, donde no podemos presuponer conocimientos sobre los riesgos inherentes a los biocidas a personas que no se han formado para ello.

Productos contra los piojos

Mientras tanto hoy unos cuantos centenares de niños tendrán Lindano o Malatión en sus cabezas.

Compartir notícia: