Las chinches prefieren los escondites rojos y negros

Las chinches prefieren los escondites rojos y negros

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Aunque las chinches de la cama (Cimex lectularius) están activas preferentemente durante la noche, se ha observado un pico de actividad de estos insectos también en períodos con luz natural o artificial, que se asocia a la búsqueda de refugio. Parece ser que, en condiciones de iluminación, las chinches no son indiferentes a los colores, prefiriendo el rojo y el negro, un factor que puede ser relevante en el diseño de trampas de captura para controlarlas.

Rojo y negro, los refugios preferidos

chincheUn estudio publicado en la revista Journal of Medical Entomology presenta una serie de bioensayos realizados para determinar las preferencias de color fisiológicas de los adultos y ninfas de Cimex lectularius en condiciones iluminadas, un factor importante especialmente para las infestaciones en viviendas humanas, donde los ciclos de luz-oscuridad no son necesariamente dictadas por los ciclos naturales noche-día, ni se producen gradualmente.

Los ensayos, realizados en la Universidad de Florida (EEUU), muestran el importante papel que juega la luz para las chinches de la cama mientras buscan un escondite o una zona de anidación. Los escondites (grietas y hendiduras) son muy importantes para estos insectos, que pasan el 90% de su tiempo en ellos. Ambos, adultos y ninfas, son capaces de diferenciar entre colores distintos y seleccionan preferentemente sus escondites basándose en las señales visuales de colores específicos.

Los colores específicos pueden representar por un lado un lugar oportuno para la oviposición o el apareamiento, y  por otro lado la seguridad debido a la presencia de otras chinches y/o por ser un lugar que limita la visibilidad de los depredadores.

Los experimentos se realizaron en placas de Petri, en las que se colocaron los ejemplares machos y hembras de chinches adultas y ninfas, en diferentes condiciones (por ejemplo habiendo sido alimentadas previamente o no) y pequeños refugios de diferentes colores.

Al probar simultáneamente siete colores (lila, violeta, azul, verde, naranja, rojo y negro), las chinches prefirieron esconderse en los refugios rojos y negros más que en los de cualquier otro color. Comportamientos similares se conocen también en otros insectos como la mosca de la arena Phlebotomus papatasi o el mosquito Aedes aegypti.

En el caso de las chinches no está claro si pueden diferenciar entre escondites rojos y negros, o si más bien es que ambos colores se perciben oscuros para las chinches y, por lo tanto, son los colores elegidos en base a su fuerte atracción fotonegativa. 

Otra razón de la fuerte preferencia por los refugios de color rojo podría ser que las chinches se perciben a si mismas rojas, por el color de su tegumento, y los escondites de ese color pueden representar la presencia de otras chinches, por lo que se sentirian atraidas por ese color para fines de agregación.

Alimento, género y densidad de población 

El estado nutricional, el género y la densidad de población de las chinches son factores importantes que condicionan su búsqueda de nuevos hábitats. Parece ser que, una vez que se han alimentado, el color del refugio se vuelve más importante, quizás porque su interés ya no es buscar alimento sino encontrar el escondite más adecuado, en el que no se las moleste.

En general, las chinches prefieren los refugios de color rojo o negro, diferenciándose una mayor preferencia por estos colores en los machos hambrientos en comparación con las hembras hambrientas. 

Sin embargo, los escondites violetas resultan más atractivos para las hembras después de alimentarse, en comparación con los machos hambrientos. Tal vez la longitud de onda violeta es desensibilizada cuando la chinche tiene hambre pero se convierte en importante para buscar refugio después de comer. La razón de esto no está clara, pero puede estar relacionado con los cambios hormonales que se producen después de la alimentación.

En la naturaleza, la influencia de las limitaciones nutricionales es común y puede afectar a varias áreas del comportamiento de los insectos, por lo que no es extraño que el estado nutricional del insecto pueda influenciar la elección del color de su escondite.

Las chinches también se comportan diferente cuando están en grupos mixtos de machos y hembras o cuando están solas o en un grupo del mismo sexo. En agregaciones mixtas, las chinches prefieren estar en refugios de color rojo. Sorprendentemente, sólo el 12,5% de las chinches en una agregación mixta eligió un refugio negro, a pesar de que las grietas y hendiduras son zonas negras u oscuras. Sin embargo, las chinches solas o en grupos de un mismo género prefirieron estar en escondites negros.

El género también resultó tener influencia en las preferencias cromáticas. Los machos solos prefirieron esconderse bajo el rojo y el negro (longitud de onda más larga) mientras que las hembras prefirieron esconderse en refugios lilas y violetas (longitud de onda más corta). La tendencia fué la misma cuando se observaron las chinches en grupos de 10, separados por sexo.

El amarillo y el verde, los menos atractivos

El amarillo y el verde fueron las opciones menos preferidas o incluso un tanto repelentes para las chinches. Al parecer, estos colores son relacionadas por los insectos con zonas muy iluminadas, contrarias a sus hábitos nocturnos, por lo que consideraron como no adecuados los escondites de esos colores. 

Según los autores, los colores poco atractivos para las chinches, como el amarillo y el verde, deben ser tomados en consideración en el desarrollo de herramientas de monitorización o de trampas para controlar las infestaciones.

El estadio vital también influye

Las chinches inmaduras muestran preferencias de color para su refugio pero éstas van cambiando en los estadios sucesivos del desarrollo. 

Las ninfas de primer estadio que todavia no han realizado ninguna ingesta de sangre no pueden diferenciar entre colores. Sin embargo, una vez que se han alimentado empiezan a mostrar alguna preferencia de color, incluso antes de mudar al siguiente estadio. En el segundo estadio, las preferencias de color fueron las más dispares en comparación con los otros estadios, y desde el tercero hasta el quinto las preferencias fueron asemejandose a las de un adulto.

Este cambio en las preferencias de color puede ser debido a cambios en el desarrollo de la estructura, forma y número de omatidias en el ojo de la chinche en cada estadio, así como a procesos neurológicos en su cerebro.

El color ideal para poner huevos

Parece ser que el color también influye en las preferencias de las hembras para poner huevos, que se encontraron en mayor proporción en escondites rojos, negros y azules, mientras que las menores proporciones de huevos se hallaron en los verdes. Los colores verde y amarillo se asocian generalmente con un ambiente al aire libre, con plantas y luz brillante, un escenario donde normalmente no se encuentran las chinches.

El color y las trampas

Los resultados del estudio indican que las chinches de la cama tienen preferencias de color para sus lugares de escondite y oviposición, y que éstas están influenciadas por el género, el estado nutricional, el estadio vital y la agregación. El rojo y el negro parecen ser, en general, sus colores favoritos a la hora de buscar escondite, mientras que el amarillo y el verde les disgustan.

Los autores consideran estos datos como una herramienta útil en el desarrollo de las trampas utilizadas para el control de infestaciones, utilizando el color como un elemento que puede ayudar a mejorar las capturas.

 

Fuente: Behavioral Responses of Nymph and Adult Cimex lectularius(Hemiptera: Cimicidae) to Colored Harborages

 

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