Al contrario de lo que se consideraba hasta el momento, los insecticidas neonicotinoides, ampliamente utilizados, reducen significativamente las poblaciones de insectos depredadores beneficiosos para la agricultura, al ser utilizados en recubrimientos de semillas. Un nuevo estudio sugiere que los neonicotinoides en semillas afectan a estos insectos tanto como la aplicación de insecticidas piretroides de uso común por fumigación.
Los insecticidas neonicotinoides usados en semillas dañan las poblaciones de insectos beneficiosos
Ciertos insectos depredadores y parásitos realizan una contribución de billones de dólares anuales en la agricultura, al contribuir a la eliminación de insectos plaga en los cultivos.
Una colaboración que se ve dañada por la aplicación de insecticidas neonicotinoides en las semillas, un factor que reduce las poblaciones de estos enemigos naturales de las plagas entre un 10 y un 20%.
El uso de neonicotinoides se ha incrementado dramáticamente en los ultimos años, especialmente en cultivos de grandes superficies, como el maíz, la soja o el algodón. El insecticida se aplica generalmente a las semillas como un recubrimiento profiláctico.
Cuando las semillas tratadas son plantadas, el insecticida entra en el suelo, donde, parte de él, es absorbido por las raíces de las plantas. El producto químico funciona entonces de forma sistémica, a través de la planta, protegiendo a las plántulas jóvenes de las plagas de insectos.
El hecho de aplicar el insecticida en las semillas, en lugar de diseminarlo fumigando todo el campo, se pensó como una forma de reducir los efectos indeseados sobre los enemigos naturales de los insectos plaga. Este planteamiento se cuestiona en un estudio realizado en EEUU, que analiza datos de estudios de campo realizados en Norteamérica y Europa.
El estudio, realizado en la Universidad de Pennsylvania (EEUU), concluye que las semillas tratadas con neonicotinoides reducen las poblaciones de los insectos beneficiosos en un 10 a 20% en los sistemas agrícolas de Norteamérica y Europa. Un efecto que, sorprendentemente, es aproximadamente el mismo que se asocia a las aplicaciones de piretroides fumigando de forma generalizada.
Neonicotinoides y especies no diana
Partiendo de que no están claros los efectos de las semillas tratadas con neonicotinoides sobre las especies no diana, el estudio plantea la hipótesis de que las semillas afectan a los enemigos naturales a través de una combinación de exposición a toxinas y escasez de presas.
El equipo aplicó un método estadístico, llamado meta-análisis, para combinar los resultados de más de 1.000 observaciones de 20 estudios de campo, realizados en Norteamérica y Europa, en los que se probaron los efectos de los neonicotinoides aplicados a las semillas sobre los insectos depredadores.
Los resultados mostraron no sólo una reducción significativa de estos insectos, sino también que el insecticida actúa de forma más severa sobre los insectos depredadores que sobre las arañas, que se mostraron menos susceptibles. Estos resultados sugieren que los neonicotinoides reducen las poblaciones de insectos no diana, al menos en parte, mediante sus efectos tóxicos, y no sólo por reducir la disponibilidad de alimento. Si bien los insectos son más susceptibles a estas toxinas que las arañas, los dos grupos deberian verse afectados de forma similar por la falta de alimento.
Control integrado de plagas
Los autores del estudio afirman que los resultados obtenidos pueden ayudar, a agricultores y profesionales del control de plagas, a sopesar mejor los costes y beneficios de los tratamientos de semillas con neonicotinoides, versus otras alternativas.
Diversos gobiernos han restringido el uso de los neonicotinoides porque preocupan sus posibles efectos sobre los polinizadores. La opción de aplicar piretroides en su lugar, ¿será mejor o peor para los insectos depredadores?. Según los resultados del estudio los insectos depredadores se ven afectados de forma similar por los neonicotinoides de semilla y los piretroides de difusión.
La solución al problema, comentan los autores, pasa por aplicar un sistema de control integrado de plagas, estrategia que utiliza una combinación de técnicas, que pueden incluir o no la aplicación dirigida de insecticidas, para controlar las plagas, en lugar de aplicar de forma universal tácticas profilácticas como el tratamiento de las semillas con insecticidas.
El valor del control integrado de plagas está reconocido y apoyado por un nivel sustancial de investigaciones. Es la mejor oportunidad que tenemos para conservar las especies de insectos beneficiosos, mientras mantenemos la productividad en nuestros sistemas agrícolas, afirman.
Fuente: PennState
Artículo original: Meta-analysis reveals that seed-applied neonicotinoids and pyrethroids have similar negative effects on abundance of arthropod natural enemies
Imagen: Ian Grettenberger / University of California, Davis