Un grupo de investigación de la Universidad de Murcia (UMU), en
cooperación con la Universidad de Goias (Brasil), ha desarrollado una
tecnología que convierte las cáscaras y residuos de crustáceos en productos 'biocidas', capaces de
eliminar hongos y bacterias, entre otros microorganismos.
Según comentó Pedro Antonio García, principal investigador del grupo, este novedoso sistema puede resolver el problema
medioambiental generado por la dificultad de eliminación de los residuos de crustáceos, transformándolos en compuestos
valiosos por su capacidad antibacteriana y nula toxicidad para el ser
humano, como en productos de limpieza, desinfección y asepsia, o
conservantes alimentarios, entre otras cosas.
Ejemplos de aplicación serían "evitar el crecimiento de
microorganismos en barnices y recubrimientos de quirófanos, así como
inhibir el desarrollo de bacterias en las tintas de un caramelo, sin
dejar de ser por ello comestible", afirmó García.
El principal reto del proyecto consistió en disminuir de tamaño el
caparazón del crustáceo, que está hecho de quitina, y es un compuesto
de un tamaño molecular "muy grande, indisoluble, y muy difícil de
transformar".
Los investigadores consiguieron
triturar los
caparazones con un procedimiento de inmovilización de enzimas hasta convertirlos en un producto muy fino con el que se
forman una especie de 'pastillas'. A su vez, estas 'pastillas' se
introducen en suspensión en un reactor que trocea las moléculas en
otras más pequeñas que pueden disolverse.
Una vez finalizado el
proceso, el producto "es más utilizable, ya que tiene propiedades de
'biocida' y es hasta comestible, al ser un polisacárido natural" comentó García.
Fuente: Europa Press
Foto: Ivan Hinojosa