Los productos químicos de uso doméstico nos acompañan en nuestro día a día, ayudándonos a crear entornos más limpios e higiénicos. Sin embargo, su uso y almacenamiento en casa implica posibles riesgos para la salud y el medio ambiente, por lo que la precaución y el uso racional de estos productos es clave para prevenir incidentes. 

Productos químicos de uso doméstico

¿Cuántos productos químicos deberiamos tener en casa? Los justos y necesarios. Su uso indiscriminado o su almacenamiento innecesario en casa aumenta el riesgo de sufrir incidentes potencialmente peligrosos.   

Una gran parte de la población no identifica los productos químicos de uso diario como potencialmente peligrosos y rara vez sigue las instrucciones de seguridad. Sin embargo, una gran variedad de ellos pueden producir efectos de toxicidad aguda o crónica.

Especialmente vulnerables son los niños, tanto por inhalación ya que sus tasas respiratorias son mayores, como por ingestión o por via dérmica, al ingerir cualquier tipo de sustancia o manipular cualquier superficie en un momento determinado sin percepción del riesgo. 

Toxicidad aguda

La toxicidad aguda de una sustancia química se refiere a los efectos adversos que se manifiestan tras la exposición a la misma, generalmente por ingestión, contacto dérmico o inhalación. Los efectos son evidentes y se relacionan claramente con la exposición al químico.

Por ejemplo, los detergentes pueden irritar la piel y las mucosas por contacto dérmico o causar irritación gastrointestinal y alteraciones cardíacas, musculares y renales si se ingieren. Los suavizantes pueden ser causticos por contacto prolongado con la piel o producir lesiones esofágicas y gastricas por ingestión. También los ambientadores y las fragancias pueden resultar irritantes por contacto o ingesta.

Otros dos clásicos empleados en multitud de hogares son: la lejía, que es un irritante de la piel y las mucosas, capaz de provocar irritación bronco-pulmonar por inhalación, y los plaguicidas para eliminar hormigas, cucarachas, mosquitos, etc, que son irritantes de mucosas y de la piel en contactos prolongados, y cuya ingestión produce irritación gastrointestinal e intoxicación sistémica.

Toxicidad crónica

En el caso de la toxicidad crónica, la exposición al producto químico es a dosis bajas durante períodos prolongados de tiempo y los efectos no son tan evidentes como en el caso de la toxicidad aguda. 

Aunque existen estudios concretos sobre efectos crónicos, como el asma, asociados a determinados productos químicos utilizados en los hogares, los datos disponibles sobre las mezclas de productos son prácticamente nulos, por su gran complejidad. Por lo que no mezclar productos químicos en casa es importante para evitar crear un "cóctel de contaminantes" de toxicidad imprevisible.

Entre los efectos de la toxicidad crónica se encuentran la bioacumulación de compuestos tóxicos en los tejidos grasos del cuerpo, los efectos respiratorios y alérgicos (asma, rinitis y eccema) o enfermedades de la piel.

Recomendaciones para un uso seguro
 

Algunas recomendaciones para utilizar y almacenar de forma segura los productos químicos en casa son:

• LEE las etiquetas y sigue siempre las INSTRUCCIONES de uso y almacenamiento del producto
   
• Compra SÓLO aquellos productos químicos que realmente necesitas y en la cantidad necesaria
   
• EVITA el uso innecesario de productos químicos y su almacenamiento en casa
   
• NO MEZCLES productos y utiliza cada producto sólo para lo que esté indicado
   
• GUARDA ADECUADAMENTE los productos químicos y no los dejes al alcance de los niños. Se consciente de la especial vulnerabilidad de los niños, no sólo ante exposiciones agudas (envenenamientos) sino ante exposiciones crónicas a bajas dosis.
   
• Siempre que sea posible, SUSTITUYEe determinados productos químicos por alternativas naturales.
   
• EVITA el uso abusivo de sustancias biocidas y desinfectantes
   
• SIGUE LAS INSTRUCCIONES de eliminación de los restos y los envases de los productos químicos

Fuente: OSMAN