La seguridad alimentaria y el aprovechamiento de los alimentos van de la mano. La ACSA ha publicado una guía de prácticas correctas de higiene para el espigado en campos de cultivo, una actividad que consiste en la cosecha del producto excedentario, o que no cumple los requisitos estéticos para su venta, para destinarlo única y exclusivamente a la donación. El espigado es una herramienta revalorizada para la prevención de las pérdidas alimentarias en el sector primario.
Seguridad alimentaria y espigado en campos de cultivo
El espigado en campos de cultivo es una actividad actualmente revalorizada, tanto por su aporte a la prevención del desperdicio alimentario como por su marcado carácter de acción social.
La actividad de cosechar, con el permiso del productor, el producto excedentario, parcialmente no recogido o no apto para comercializar por motivos estéticos, sólo puede llevarse a cabo por entidades debidamente acreditadas, mediante acciones de voluntariado, para destinar los alimentos cosechados exclusivamente a la donación.
Para apoyar a las entidades que realizan la práctica del espigado (EPE) a cumplir con la legislación vigente en materia de higiene de los alimentos, la Agència Catalana de Seguretat Alimentaria (ACSA) ha publicado el documento Guía de prácticas correctas de higiene en el espigado de productos hortofrutícolas.
El ámbito de aplicación de la guía incluye las EPE que realizan tareas de:
- Recolección, carga, transporte y almacenaje de productos espigados
- Envasado en la explotación agrícola
- Registro de la trazabilidad del producto
Se incluyen además recomendaciones para minimizar los riesgos de contaminación química o microbiológica durante la actividad del espigado: la carga, el transporte, el almacenaje y el envasado en campo, incluyendo las condiciones higiénicas y sanitarias de las personas que realizan la práctica.
Guía de prácticas correctas de higiene en el espigado de productos hortofrutícolas, ACSA