Torres de refrigeración: ¿es compatible la eficiencia energética con la prevención de la legionelosis?

Torres de refrigeración: ¿es compatible la eficiencia energética con la prevención de la legionelosis?

aefyt-torres-refrigeracionLas torres de refrigeración a menudo se nos presentan asociadas a brotes de legionelosis. Pero ¿qué hay de cierto en el riesgo de proliferación de la bacteria Legionella en estas instalaciones y cómo es posible disfrutar de las ventajas energéticas, económicas y medioambientales que aportan sin estar expuestos al riesgo? La Comisión técnica de AEFYT nos lo explica.

 

 

La Asociación de Empresas del Frio y sus Tecnologias (AEFYT) nos ha hecho llegar este artículo, en el que se aclaran conceptos sobre el uso y funcionamiento de las torres de refrigeración y los factores a tener en cuenta para evitar el riesgo de propagación de la bacteria Legionella.

Las torres de refrigeración: respetuosas con el medioambiente.

Las torres de enfriamiento y condensadores evaporativos utilizan el agua como principal elemento del proceso de refrigeración. Se trata de una tecnología segura, respetuosa con el medioambiente y que aporta altos niveles de eficiencia energética.

La refrigeración evaporativa ha sido capaz de adaptarse a las nuevas exigencias del entorno y de los recursos naturales disponibles. El uso del agua se enmarca en una de esas ventajas medioambientales de los equipos ya que, por una parte, el 95% del agua que se usa en una torre es reutilizada y, por otra, la menor energía requerida para el funcionamiento de estos equipos, frente a los de enfriamiento por aire, implica un significativo ahorro en el gasto de agua derivado de la producción eléctrica necesaria para su funcionamiento.

aefyt-torres-refrigeracionLa reducción del consumo de agua y su aprovechamiento eficaz es una de las características principales de los equipos de refrigeración evaporativa. Una pequeña cantidad se evapora y otra se evacúa para evitar la concentración de sales.

En los equipos de enfriamiento evaporativo conviene distinguir entre los dos modos básicos en que se pueden realizar emisiones de agua a la atmósfera y la forma en que estos se manifiestan.

El primero de ellos es por evaporación. El penacho de vapor de agua visible en ocasiones es la condensación del vapor del agua que se ha evaporado en el proceso de refrigeración y, como tal vapor, es agua pura, sin sales ni elementos bacteriológicos, que se devuelve a la atmósfera en forma de vapor de agua.

El segundo de ellos es el arrastre de gotas y efluvios en forma de aerosoles. El agua que sale de esta manera de la torre es la misma que hay en la balsa del equipo y en el circuito de refrigeración del sistema. Por lo tanto, contiene y lleva los mismos componentes: sales disueltas, sólidos en suspensión, biocidas y microorganismos.

El estado tecnológico actual de las torres de refrigeración permite considerar que el fenómeno de arrastre, con los separadores de alta eficiencia puestos en el mercado, puede significar desde un 0,01% hasta un 0,002% (en ciertos modelos) del caudal de agua en recirculación, la cantidad de agua que pudiera llegar a perderse en el arrastre viene a ser entre 20 y 100 veces menor que el agua evaporada y hasta 500 veces menor en algunos modelos de torres.

Por lo tanto, la posible cantidad de agua pérdida por arrastre no es significativa y la salida de aerosoles no tiene importancia práctica si se siguen las normas en cuanto a la calidad de los separadores de gotas y el correcto montaje y mantenimiento del equipo.

Evitar el riesgo de proliferación de la Legionella

Las torres de enfriamiento y condensadores evaporativos solo son susceptibles de desarrollar la bacteria "Legionella Phenumophila", es decir, de aumentar la concentración de la misma en el agua que recircula, si el líquido que recibe de la red está contaminado.

En consecuencia, para que se produzca un brote de Legionelosis asociado a una torre es necesario que se presente una cadena de sucesos altamente improbable: la existencia de una alta concentración de colonias de la bacteria, que originariamente siempre entran en la instalación a través de la red pública de suministro, y condiciones incontroladas que permitan la multiplicación de la misma.

Para prevenir el riesgo de Legionelosis basta con romper esta cadena de sucesos con el establecimiento de un correcto mantenimiento de las instalaciones de enfriamiento.

De este modo, es posible eliminar las condiciones que favorecen la multiplicación de bacterias. Es decir, la posible entrada de una colonia de Legionella en la instalación sólo proliferará de forma descontrolada si dicha instalación no se controla y mantiene de forma adecuada, tal y como exige la ley en el Real Decreto 865/2003 de 4 de julio por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención de la Legionelosis.

El mantenimiento de los equipos de refrigeración evaporativa es sencillo y, siguiendo unas cuantas recomendaciones, su eficacia y seguridad están garantizadas.

Resulta de vital importancia mantener el rendimiento de la instalación con objeto de asegurar un funcionamiento óptimo del proceso de enfriamiento y la utilización mínima de agua y energía, al mismo tiempo que se evitará la proliferación incontrolada de bacterias.

Los requisitos para mantener la eficacia de cualquier sistema pasan por el control adecuado de la calidad del agua en recirculación y un programa de mantenimiento que contribuya a las buenas condiciones y limpieza del equipo.

En conclusión, un sencillo y constante mantenimiento de las instalaciones ayudará a mantener el rendimiento térmico de los equipos y a prevenir el crecimiento de micro-organismos potencialmente perjudiciales, como la Legionella.

 

Comisión técnica de AEFYT 

 

 

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