Científicos de la Universidad de Nottingham han descubierto una nueva clase de polímeros resistentes a la adhesión bacteriana. Estos nuevos materiales podrian reducir significativamente la incidencia de infecciones hospitalarias, al repeler las bacterias y evitar la formación de biofilms, comunidades de bacterias que las protege de las defensas naturales del cuerpo, de los antibióticos y de los desinfectantes.
A pesar de tener una comprensión limitada de cómo interaccionan las bacterias con los materiales para adherirse de manera duradera a prácticamente cualquier superficie, los investigadores de Nottingham consiguieron rastrear miles de combinaciones químicas diferentes, a la busca de un material resistente a la adhesión de estos microorganismos.
Los estudios realizados revelaron que una clase particular de compuestos, acrilatos con grupos hidrófobos, muestran una alta resistencia a las tendencias pegajosas de bacterias patógenas como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus y Escherichia coli.
Vista de muestras (Imagen: Universidad de Nottingham) |
A diferencia de los actuales materiales antibacterianos, como la plata, que matan a las bacterias, los nuevos polimeros impiden la formación de biofilm en su etapa más temprana en los dispositivos médicos y superficies, y ayudan así al sistema inmunitario a eliminar las bacterias, que sin el biofilm son mucho más vulnerables.
Los nuevos materiales anti-adherentes se han probado con éxito en superficies de laboratorio y en dispositivos médicos estándar, como catéteres, en animales.
En los estudios de laboratorio, los investigadores consiguieron una reducción del 96% en la cobertura bacteriana de Staphylococcus aureus, en comparación con los catéteres con plata disponibles en el mercado. Al recubrir los dispositivos médicos con la composición óptima de uno de estos tipos de acrilatos, por ejemplo el compuesto triciclodecano-dimetanol diacrilato, se espera poder evitar que las bacterias se adhieran y prevenir las infecciones asociadas.
Al minimizar o eliminar el uso de antibióticos, el método contribuiría además a reducir el riesgo de desarrollo de resistencia antimicrobiana.
El reto ahora es elaborar materiales que sean reconocidos por la industria de dispositivos médicos y desarrollar productos para aplicaciones específicas.
Fuente: Sciencedaily