El desperdicio alimentario es una de las mayores fuentes de ineficiencia e insostenibilidad en el sector agroalimentario. Hasta el 20% de todos los alimentos producidos en la UE se desperdician y, con ellos, todos los recursos utilizados para producirlos, distribuirlos y comercializarlos. La Comisión Europea prepara una nueva directiva para garantizar que los Estados miembros adoptan medidas concretas y ambiciosas para reducir el desperdicio de alimentos en sus respectivos territorios, asi como definir el nivel de reducción para las diferentes etapas de la cadena de suministro de alimentos.

Crear sistemas alimentarios más sostenibles y justos es uno de los principales objetivos de la UE para el presente y futuro próximo. Dentro de esta política, el desperdicio alimentario es uno de los principales ejes que se están trabajando en el marco de la estrategia "De la granja a la mesa". 

A pesar de una creciente concienciación sobre este tema, el desperdicio alimentario continua estimándose en un 20% del total de alimentos producidos en la UE, 88 millones de toneladas anuales ( incluyendo partes comestibles y no comestibles). Aparte de la componente ética de este problema, el desperdicio de alimentos implica un consumo innecesario de recursos naturales limitados, como la tierra y el agua, contribuye en un 8-10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero y crea presión sobre la biodiversidad.

Una de las iniciativas más emblemáticas anunciadas en la estrategia "De la granja a la mesa" es que la Comisión Europea proponga objetivos legalmente vinculantes para reducir el desperdicio alimentario en la UE a más tardar en 2023. Y esta propuesta ya está en marcha.

Impulsar el progreso hacia el ODS 12.3

Todos los Estados miembros de la UE se han suscrito a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que en su Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12.3 establece reducir a la mitad el desperdicio de alimentos global per cápita, en los niveles minorista y de consumo, y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro (incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha) para 2030.

Hasta el momento las acciones implementadas en la UE, como la adopción de programas nacionales de prevención del desperdicio de alimentos y el seguimiento y la presentación de informes sobre el desperdicio de alimentos, no parecen ser suficientes para lograr este objetivo, ni se aplican de forma coherente y armonizada. La diversidad en los esfuerzos entre los Estados miembros en lo que respecta a la reducción de la generación de residuos alimentarios indica la necesidad de medidas más coordinadas y uniformes a nivel de la UE para impulsar el progreso hacia el objetivo 12.3 de los ODS.

La finalidad de establecer objetivos legalmente vinculantes en la UE, mediante una nueva Directiva, es garantizar que los Estados miembros adoptan medidas ambiciosas para reducir desperdicio de alimentos en sus respectivos territorios. Como punto de partida, la Comisión ha abierto un periodo de cuatro semanas, hasta el próximo 29 de octubre, para la aportación de comentarios, que se tendrán en cuenta para el desarrollo de la iniciativa.

Si bien la propuesta de la CE definirá el nivel de reducción para las diferentes etapas de la cadena de suministro de alimentos, cada Estado miembro podrá elegir las medidas más eficaces a aplicar, teniendo en cuenta su situación nacional específica.

Estas acciones podrían incluir, entre otras:

• Mejorar el conocimiento y la conciencia sobre los niveles y los impactos del desperdicio alimentario
• Influir en las actitudes y comportamientos que conducen al desperdicio de alimentos y fomentar la adopción de medidas para prevenirlo a lo largo de la cadena alimentaria
• Fomentar el cambio en la cadena de valor alimentaria hacia prácticas menos derrochadoras

La Comisión Europea tiene previsto adoptar su propuesta en el segundo trimestre de 2023.

Aqui podeis consultar la propuesta completa Proposal for a revision of Directive 2008/98/EC on waste – part on food waste reduction target.