La capacidad de detectar brotes de enfermedades transmitidas por alimentos y determinar sus orígenes se ha convertido en una prioridad de salud pública. Un nuevo enfoque, desarrollado por cientificos de EEUU, permitirá identificar la naturaleza exacta y el origen de las bacterias involucradas en los brotes con una precisión sin precedentes.
Recientes brotes alimentarios en EEUU y Europa han llevado a una mayor concienciación sobre la necesidad de seguridad alimentaria en la industria de producción y envasado de alimentos.
Un proyecto, desarrollado por investigadores de la Cornell University (EEUU), espera establecer una alternativa a los actuales métodos de rastreo de enfermedades transmitidas por alimentos, que implican romper el ADN de las bacterias y analizar sus patrones. A menudo, diferentes cepas de bacterias tienen información en el ADN demasiado similar geneticamente como para poder diferenciarlas, por lo que es dificil establecer si la salmonella u otra bacteria que afecta a una persona es la misma en otros pacientes.
El profesor en ciencias de la alimentación Martin Wiedmann y su equipo han intentado superar esta limitación adoptando un enfoque genómico, que permitiria diferenciar rápidamente entre los casos relacionados en un mismo brote y los que no, asi como identificar pequeños brotes que dificilmente se detectarian con enfoques de menor resolución.
Salmonella typhimurium, CDC |
Según Wiedmann, "el uso de métodos de secuenciación del genoma para investigar los brotes alimentarios originados por bacterias es relativamente nuevo, y es una gran promesa, ya que puede ayudar a identificar el origen temporal, geográfico y evolutivo de un brote. Un enfoque similar se ha utilizado anteriormente en los hospitales para localizar bacterias patógenas como Staphylococcus aureus resistente a meticilina, pero esta es su primera aplicación a enfermedades transmitidas por alimentos."
En una de las pruebas realizadas, los cientificos utilizaron muestras de un brote de Salmonella originado en salami con pimienta contaminada en EEUU, entre julio 2009 y abril 2010. Al secuenciar el genoma de 47 muestras de las bacterias, 20 recogidas de fuentes humanas durante el brote, y 27 muestras de control recogidas de fuentes humanas, alimentos, animales y medio ambiente antes del brote, Wiedmann y su equipo fueron capaces de distinguir rápidamente entre los casos relacionados con el brote, aislando cuatro muestras que estarian conectadas a la contaminación por la pimienta. Asimismo, durante el desarrollo del método, los investigadores hallaron de manera inesperada relaciones con otros brotes, asi como brotes que habian pasado inadvertidos.
El método o similares, que pueden aplicarse a otros tipos de bacterias, estan comenzando a ser utilizados por la Administración norteamericana.
El estudio ha sido publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology.
Fuente: foodqualitynews.com