Las verduras se han considerado históricamente como productos de bajo riesgo cuando se trata de contaminación por Listeria monocytogenes. No obstante, la aparición de brotes de listeriosis asociados al consumo de algunas verduras o frutas hace necesario examinar con detalle el comportamiento de esta bacteria.

En cuestión de contaminación del aire, podriamos decir que el enemigo está dentro. Vivimos la mayor parte del tiempo entre paredes, sin saber que el aire que respiramos en interiores está más contaminado que el exterior. Poner consciencia sobre este hecho y aportar soluciones es una tendencia necesaria, cada vez más fuerte. La Comunidad de Madrid expone en una Guía una amplia visión de este problema. 

El 2015 reafirmo claramente la tendencia al alza en el número de casos de legionelosis en España desde 2013, tras cerrar un periodo de cifras descendientes desde 2006. El grupo poblacional más afectado fueron, un año más, los varones mayores de 75 años, y las CCAA con tasas más altas de legionelosis fueron Castilla-La Mancha, Navarra, Pais Vasco, Cataluña y Aragón.

El extracto de margosa para biocidas repelentes de hormigas (TP19), el fludioxonil para fungicidas (TP7, TP10 y TP9) y la 2-metilisotiazol-3 (2H)-ona (MIT) para biocidas antimoho (TP12) han obtenido un dictámen positivo por parte del Comité de Biocidas, de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), para ser sustancias activas biocidas autorizadas dentro del mercado de la UE.

Sigilosas y resistentes, las chinches de la cama siguen dando guerra a los profesionales del control de plagas. Tanto su creciente resistencia a los insecticidas, como su extraordinaria habilidad para esconderse en los más remotos rincones, complican los tratamientos. Un nuevo biopesticida, basado en el hongo Beauveria bassiana, se presenta como alternativa efectiva, tanto en letalidad como en su capacidad de afectar rápidamente a la totalidad de la infestación.

Decidir si un lote de alimentos, o los procesos utilizados para su producción, son aceptables en cuanto a la carga microbiana que puedan contener, y se pueden considerar seguros y de calidad, no es tarea fácil. La microbiología de los alimentos ha desarrollado herramientas para facilitar este tipo de decisiones. Una de ellas son los criterios microbiológicos, basados en complejas estadísticas, de los que en este artículo intentamos exponer conceptos básicos.