Los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por materiales de construcción y mobiliario pueden tener efectos adversos sobre la salud: irritaciones, alergias, problemas respiratorios, etc. La nueva versión de la norma UNE-EN ISO 16000-11 contribuye a mejorar el control de estos contaminantes en el interior de edificios.
Piscinas, spas o jacuzzis cubiertos nos permiten disfrutar durante todo el año de las actividades recreativas y deportivas en el agua. Sin embargo, la necesaria desinfección del agua puede suponer un riesgo para los usuarios de estas instalaciones, ya sea por ingestión, por via dérmica o por inhalación, debido a los subproductos que se generan en este proces. Un estudio realizado en Pais Vasco analiza esta última via de exposición y los factores ambientales que inciden sobre ella.
Entre los contaminantes del aire interior podemos encontrar los compuestos orgánicos volátiles (COVs), sustancias con una gran facilidad para evaporarse a temperatura ambiente, que se liberan de productos o materiales de construcción, mobiliario, etc. Algunos de ellos presentan un alto grado de toxicidad por lo que determinar su presencia es importante para la protección de la salud. AENOR ha publicado una nueva versión de la UNE-ISO 16000-6, para la determinación de COVs en aire interior.
La calidad del aire en espacios interiores (CAI) condiciona nuestra salud, teniendo en cuenta que pasamos una gran cantidad de horas dentro de los edificios. Y una buena CAI necesita una buena ventilación. La tasa de ventilación necesaria se establece, normalmente, basándose en las emisiones de CO2, según el número de ocupantes de un cierto espacio, sin embargo, un parámetro que también debería tenerse en cuenta son las emisiones de sustancias contaminantes por el mobiliario interior y los acabados.
La contaminación del aire interior con moléculas de CO2 o de compuestos orgánicos volátiles (COVs) es nociva para salud y afecta también a la productividad de las personas que trabajan en el interior de edificios. Medir detalladamente algo tan sutil no es tarea fácil pero una nueva tecnología, basada en el grafeno, es capaz de detectar la presencia de estos contaminantes del aire en concentraciones de ppb (partes por billón).
Conocer en tiempo real los contaminantes que se encuentran en el aire a nuestro alrededor aportaria grandes ventajas para la salud y el bienestar, especialmente en el caso de personas con afecciones respiratorias. Un sensor químico portátil en desarrollo en EEUU podrá detectar, de forma inmediata y económica, la presencia de contaminantes químicos en el aire.
La Guía para el muestreo de los contaminantes del aire en lugares de trabajo describe los métodos para realizar mediciones y cuantificar el grado de exposición en ambientes laborales a sustancias contaminantes en polvos, gases, humos, vapores, aerosoles, asi como microorganismos en bioaerosoles, con el fin de implementar las medidas de control apropiadas.
Un estudio realizado por el Centro de Investigaciones energéticas, Medioambientales y tecnológicas (CIEMAT) y la OCU ha detectado la presencia de pesticidas y productos industriales tóxicos en el aire interior de viviendas de Bélgica, Italia, Portugal y España, cuyos niveles llegan a superar en ocasiones a los detectados en muestras de aire exterior.
El Centro Nacional de Nuevas Tecnologias (CNNT) de Madrid, organiza el Seminario "Calidad del aire interior: contaminantes biológicos", que tendrá lugar en Madrid el próximo 16 de mayo. El evento profundizará en la problemática planteada por la calidad del aire interior, la evaluación del riesgo y las medidas de control.
Una nueva tecnologia permite comprobar la exactitud de las mediciones de contaminantes del aire interior. Esta herramienta de medición sería de gran valor para tareas de ivigilancia del aire en interiores, así como para aquellas empresas que produzcan productos relacionados con la construcción e interiorismo, como pinturas, adhesivos, productos de limpieza, moquetas o muebles.
