La primera edición del Congreso Español de Tratamiento del Agua, CETA2020, se celebrará en Madrid los días 23 y 24 de marzo. Este evento, organizado por iagua, será un foro de debate sobre los retos que debe afrontar el sector del agua para responder a las consecuencias del cambio climático. La normativa sobre la calidad del agua potable será uno de los temas desarrollados en el evento.
El Ministerio de Sanidad ha publicado un documento para facilitar la aplicación de un análisis de riesgos para la salud en las zonas caracterizadas de riesgo de radionucleidos en el agua de consumo humano.
Un estudio reciente, liderado por ISGlobal, sobre la relación causal entre la presencia de trihalometanos en el agua potable y las tasas de cáncer de vejiga en 26 países de la UE ha desatado alarma en los medios sobre la seguridad del agua del grifo. El mensaje alarmista se ha lanzado sin tener en cuenta las limitaciones científicas del estudio, basado principalmente en una encuesta, cuyos resultados no son concluyentes y deberían ser contrastados.
Con la revisión de la Directiva 98/83/EC sobre el agua potable, la ECHA sera responsable de compilar y gestionar una lista positiva de la UE, de productos químicos que pueden utilizarse de forma segura en materiales que entran en contacto con el agua potable. Se espera que la primera lista positiva cubra alrededor de 1.500 productos químicos y que sea adoptada por la Comisión Europea para el 2024.
El calentamiento global y el envejecimiento de la población europea estan creando un caldo de cultivo favorable para la bacteria Legionella, causante de la legionelosis, un tipo de neumonía grave cuya incidencia está aumentando en la UE. Expertos apoyan establecer la obligación legal de monitorizar la presencia de Legionella pneumophila serogrupo 1, principal causante de legionelosis, en el agua de consumo humano.
Mediante la actual revisión de la Directiva 98/83/EC, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, se está analizando si su enfoque para monitorizar la calidad del agua en el punto de consumo es adecuado y efectivo en el contexto actual, ya que utiliza parámetros determinados hace más de 20 años.
El uso del peróxido de hidrógeno (H2O2) como biocida está muy extendido y se aplica cada vez más como desinfectante general de superficies en el sector médico, alimentario e industrial, así como para el tratamiento del agua. Formulado en combinación con plata (Ag+) su poder de desinfección aumenta significativamente. Investigadores italianos han estudiado durante dos años su capacidad para controlar la Legionella en las complejas instalaciones de un hospital.
La actual revisión de la Directiva 98/83/CE, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, incluye la propuesta de mejorar la calidad y seguridad del agua potable mediante la inclusión de nuevas sustancias químicas y microorganismos patógenos a la lista de parámetros a monitorizar. Esta propuesta incluiria la evaluación del riesgo de Legionella, cuyo enfoque he creado discordia entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los Estados Miembros.
Drinking Water Library es la primera base de datos para la técnica MALDI-TOF MS específica para bacterias presentes en aguas de consumo. Esta colección, formada por 320 cepas diferentes, es una herramienta de apoyo para el control microbiológico rutinario que se realiza en las operadoras de tratamiento y distribución de agua, ya sea potabilizada o embotellada, ya que ayuda a caracterizar microbiológicamente el agua de suministro.
Cryptosporidium, uno de los parásitos transmitidos por el agua más comúnes en paises desarrollados, sigue siendo un problema de salud pública en la UE. El último informe anual del ECDC sobre la incidencia de la criptosporidiosis en la UE/EEE recoge la cifra de casi 11.500 casos confirmados en 2017, siendo los niños/as menores de 4 años el grupo poblacional más afectado.
